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Capítulo 2 La Fuerza Curativa de la Luz Solar

Primer método para retener los rayos solares

1. »Tomad una taza de color violeta oscuro con un diámetro de 3 a 4 pulgadas (1 pulgada = 2,5 cm), cuyo borde tenga aproximadamente 1 pulgada y esté tallado de tal manera que sea muy fino y llano. Preparad una tapadera para este vaso (taza) con el fin de poder cerrarlo herméticamente.

2. En cuanto tengáis tal recipiente —siendo este tipo el más adecuado— coged los ya conocidos glóbulos [Glóbulos de lactosa: Bolitas de azúcar lácteo tal como se usan en la medicina homeopática.] de lactosa repartiéndolas en el fondo de la taza, sin que una cubra a la otra de la luz solar. Si exponéis a continuación esta taza con sus bolitas al sol —es decir a los rayos solares— entonces éstas absorberán el rayo solar junto con todos sus espíritus esenciales de la vida. Cuando se suministren una, dos o tres bolitas a un enfermo, teniendo éste cualquier tipo de enfermedad y habiendo seguido un régimen adecuado, —siendo el mejor momento antes de la salida del sol— el enfermo mejorará a partir del tercer día. Al llegar el séptimo día estará completamente curado, pues el alma tomará de éstas lo que precise. De esta manera eliminará lo no utilizable y comenzará a restablecerse en su cuerpo, con toda facilidad, la correcta fuerza vital.

3. En verano, cuando el sol actúa con más fuerza, es suficiente exponer al sol dichas bolitas durante un ciclo lunar. No han de estar expuestas al sol durante todo el tiempo que éste se encuentre en el firmamento, sino tan sólo mientras el sol permanezca a 45 grados de altura. A menos de 45° (debido al grado de inclinación) la luz y su efecto se debilitan perdiendo prácticamente todo el efecto sobre la bolitas. Por esto es entonces cuándo han de ser tapadas cautelosamente con la tapadera, colocándolas en un lugar seco y fresco hasta el día siguiente.

4. Para el total almacenaje de las bolitas, nutridas ya por la luz solar, tenéis que encontrar una botella de vidrio color violeta oscuro. Será necesario cerrarla herméticamente con un tapón del mismo vidrio.

5. Después de esto podrá ser bien asegurada, por ejemplo, con un cordel. Su colocación será en un lugar seco y fresco. En primavera y en otoño el tiempo a exponer las bolitas al sol será de tres meses. El procedimiento será el mismo. En los países lejanos a la línea ecuatorial se cuenta con la dificultad de que en invierno será imposible este preparado, porque los rayos solares incidirán con demasiada inclinación siendo así poco efectivos.

6. El régimen es el mismo, tal como lo utiliza cuidadosamente la homeopatía, pero con la diferencia de que se ha de empezar con el tratamiento con un mínimo de tres a siete días antes, al contrario del procedimiento de la habitual homeopatía. Durante el tiempo del régimen el paciente puede beber durante el transcurso del día cuantas veces quiera agua, previamente expuesta al sol.

7. Como recipiente para beber, preferible a cualquier otro un vaso de un color violeta más claro, o por lo menos un recipiente de porcelana lacado en este color.

8. Para que el agua sea muy eficiente también podéis utilizar un lente convergente (lupa ó lente ustorio) de 1 ½ pie ( aprox. 45 centímetros) de diámetro y de máximo tres pies (90 cm.) de distancia focal, y a través de éste transmitir el rayo solar potenciado, al agua —(en cuanto se manifieste en el foco)— de tal manera que caiga, según la altura del recipiente, una, dos y hasta tres pulgadas (2.5 cm., 5 cm. y hasta 7.5 cm.) por debajo del nivel del agua; es decir más hacia el centro de la masa del agua. — Se ha de tener en cuenta que el foco no debe permanecer más de medio minuto en el agua porque sino los espíritus vitales refrescantes (del agua) serían absorbidos demasiado por los espíritus luminosos del sol. Esto tendría como consecuencia en cuanto al agua, que ésta — produjera un efecto demasiado fuerte en naturalezas más débiles, lo que sería más bien un obstáculo para la consiguiente cura general.

9. También un auténtico vino puro que no haya sido conservado en un tonel de roble, sino en mangueras o botellas de vidrio tal como se hacía antiguamente, o bien en un barril de madera dulce, y tratado tal como el agua es, en caso de personas débiles de los nervios, preferible al agua.

10. Después de la utilización de tales medicamentos, ha de ser tenido en cuenta el mismo régimen, según la estación del año, durante tres ciclos lunares y el paciente a menudo ha de salir al aire libre mientras brille el sol. De esta manera se encontrará completamente mejor.

11. Cabe destacar que las parejas prescindan del acto sexual durante el período de cura; pues la semilla de ambos sexos es una esencia vital muy importante y no debe ser eliminada del alma durante la reconstrucción del cuerpo.

12. Si una persona cuidadosamente curada vive de manera correcta y ordenada no volverá a enfermar con facilidad, pudiendo alcanzar una avanzada edad de vida.

13. Esta es una manera de utilizar la luz solar para la salud de las personas de forma un tanto artificial.«

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