Introducción
![]() | La Mosca |
4. Observad como ese diminuto insecto gira alegre y obediente, siguiendo con gratitud la orientación que Yo le doy. Jamás se obstina por el fruto prohibido. No está tan cerca de vosotros por casualidad: aunque el instrumento parezca insignificante, ¡fue escogida por Mí! 5. Le di un par de alas tan ligeras como el éter para que pudiera levantar su vuelo por los aires, revoloteando entre los rayos del Sol y absorbiendo la luz con sus ojillos, con el fin de conducir esa luz para dar vida a las formaciones muertas, ofreciendo a la rigidez inerte testimonio de mi Clemencia suave y vivificadora. 6. Le concedí tres pares de patas, y una trompa para saborear la dulzura de la vida con su alimento. Lo que acabo de decir sobre la mosca debéis de aceptarlo como clave de meditación, y la mosca os transmitirá su canto de victoria. 7. Esta meditación será una pequeña tarea que deberéis dedicarme. Estudiad este asunto aparentemente insignificante para conseguir ser más humildes. Seguidamente os daré un testimonio más profundo de su naturaleza. Amén . |
Introducción
![]() |
Vista móvil ![]() |