Capítulo 1 | El Gobierno de Dios, Libro 1 |
3. A los enfermos diles que no se aflijan por su enfermedad, sino que en su interior se dirijan a Mí y que tengan fe. Los consolaré y un flujo de bálsamo delicioso se derramará en sus corazones, y se les abrirá la fuente inagotable de la Vida eterna... Se curarán y se reanimarán como la hierba después de un chaparrón. |
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