Capítulo 14 | El Gobierno de Dios, Libro 1 |
13. Y éste es mi querido Abel al que el Señor tan sumamente justo también nos ha quitado, dado que ya no le veo por ninguna parte... y esto seguramente será para que todos nosotros nos volvamos conscientes de lo que significa el haber caído de la Gracia del eterno Amor a la Justicia severa del Señor –– por el pecado de la desobediencia despreocupada con sus Leyes del Amor tan sumamente suaves y los Mandamientos de la Gracia tan fáciles. |
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