Capítulo 19 | El Gobierno de Dios, Libro 1 |
25. A eso, Caín cogió a Abel amablemente del brazo y le dijo: «Pero Abel, ¿qué piensas de mí? ¡Yo vengo para pedirte ayuda y tú, de antemano, me inculpas de tu muerte! Ven, pues, al lugar donde la serpiente te está esperando y destrúyela como la montaña –– y libra a los dos de los reproches de ella». |
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