Help

jakob-lorber.cc

Capítulo 28 El Gobierno de Dios, Libro 1

La deliberación de los diez soberanos

12. Yo fui un gran lisonjeador, con lo que hice más mal que vosotros y a Hanoc a la fuerza. Porque sin mí, hace tiempos que Hanoc ya habría abandonado la idea de su divinidad que yo le había metido en la cabeza ––discurrida por Uvrak con la ayuda de Nohad y de Thahirak–– dado que él repetidas veces ya me había indicado secretamente que, íntimamente, todo esto de la divinidad le causaba mucho miedo y que de día y de noche, cuando se encontraba solo, le ocasionaba un continuo desasosiego. Por esto muchas veces ya había maldecido esta idea desafortunada de Uvrak, porque ante el pueblo ya no podía deshacer lo hecho... a pesar de que esa idea acerca de la divinidad en su pecho le quemaba más que el fuego...

13. Por esto ved: Ahora mismo me quito todas mis lisonjas de encima, convencido de que la sabiduría de Farak poco a poco podrá curar esta gran herida de nuestro hermano, al igual que su sabiduría a todos nosotros nos ha abierto los ojos para que podamos ver el gran abismo a cuyo borde quebradizo nos encontrábamos todos los nueve, sin sospechar del gran peligro en que nos encontrábamos...

14. Y tú, apreciado hermano Farak, sé para nosotros un fiel indicador del camino hacia la Luz de las Alturas del Dios verdadero que para nosotros se nos había vuelto un extraño al igual que el patriarca Adán, y guíanos conforme a la Voluntad del único Dios verdadero que te es conocida... guíanos a nosotros y a todo el pueblo –– a nuestros pobres hermanos inocentes que tuvieron que sufrir tanto a causa de nuestra maldad ilimitada... Hermano, únicamente tú conoces la Voluntad de lo Alto. Por esto, con la Gracia de Dios, todos vamos a cumplir minuciosamente con todo lo que a ti te parezca bien.

15. Por este motivo deposito mi soberanía a los pies del amigo del Dios verdadero, y seré feliz si tan sólo puedo considerarme un servidor fiel de aquel único en este país que entre tantos miles ha encontrado la Gracia ante Dios, el único verdadero, sin igual.

16. Ahora oíd mi voluntad bien ponderada: Que la ciudad de Farak para todos nosotros sea una ciudad santa... Allí siempre vamos a pedir un consejo sabio para que luego podamos actuar sabiamente. Que nuestro hermano Farak sea nuestro soberano y guía ––conforme a la sabiduría de Dios inherente a él–– y que sea el centro de contacto entre nosotros, Hanoc y el pueblo... de ninguna manera para que nos consideren como soberanos... porque una vez habiendo conocido la Sabiduría de Dios, todo esto carece de importancia... sino únicamente para que nos volvamos dignos de ser considerados como unos siervos fieles y devotos que se alegran del bien de los pueblos... que se alegran de la Sabiduría de Dios en nuestro hermano Farak... y que se alegran de la plena convalecencia de Hanoc y de todo el pueblo.

17. Y tú, hermano Farak, mírame con tu sabiduría; ¡y para todos nosotros sé un hermano, un soberano, un guía, un consejero y un amigo sabio!».

18. Estas palabras de Uvrahim animaron de nuevo a Thahirak y a los otros que antes de que hablara Farak habían hablado palabras hipócritas llenas de interés personal. Thahirak era un portador modelo de toda clase de mal que incluso se arrogó derechos divinos y se atribuyó mi Santidad eternamente sagrada, mi Justicia, mi Amor y mi Omnipotencia –– incluso toda la Creación y pretendía poderla destruir con un solo dedo... porque, como dijo, consiguió conocer mis “manejos”; de modo que incluso se atrevería medirse con mi Fuerza y desafiar mi Omnipotencia. Pero como Yo por causa de mi Amor no quería sacar la espada de mi ira contra un gusano terrestre ––Yo, el Infinito contra la nada––, él le dijo a cada uno que mi “debilidad” temía la fuerza de él...

19. Y tú, escribiente mío, ¿qué dices tú ante semejante desafío?

20. ¡Pero te digo que este disparate no fue ni mucho menos tan absurdo como todos los que vosotros me soltáis hoy en día, y que son mil veces más viles!

21. Fíjate tan sólo en los fundamentos de vuestro sacerdocio: Cuando habla el “Padre Santísimo” mundano desde su trono, Yo tengo que callarme... porque si él se enterara de que Yo hablo con mi escribiente, este tendría que temer por su vida natural.

22. No hará falta definir más detalladamente qué es con todo esto con lo que me provocan –– por muy poco tiempo todavía... ¡Pero volvamos sobre el particular!

23. De modo que Thahirak empezó a dirigir un discurso poderoso a la asamblea, y en pocas palabras dijo: «Hermanos, que todos habéis hablado tan sabiamente que me he sobresaltado hasta en el fondo más íntimo de mi maldad... he visto mi nulidad y mi debilidad absolutas, y he percibido la gran injusticia de todas mis acciones... Me consta, hermano Farak, que ante tu sabiduría no hace falta que exponga todas las barbaridades que cometí, porque incluso los menos sabios saben más que de sobra cuáles eran mis funciones y mi especialidad en toda clase de sacrilegios.

24. Ved, yo soy demasiado malo para que en vuestra asamblea presente cualquier excusa. Por esto sólo os digo que soy la base de todo el mal entre vosotros, el pueblo y Hanoc; y también por esto no reivindico soberanía alguna, ni tampoco servidumbre, porque lo único que me corresponde es que me deis la misma suerte que le ha tocado al padre Caín. Sólo de esta manera se podrá extraer las bases de toda maldad del edificio flojo de todo sacrilegio, para que este se derrumbe y en su lugar, para siempre, se pueda erigir un edificio de la sabiduría justa de Farak –– la sabiduría que surge de Dios el Verdadero y el Poderoso.

25. Ved, hermanos, éste es el único premio que merezco más que nadie de todos vosotros... un premio más que justo, sobre todo ante el hecho de que ahora sé que el Dios antiguo ya no puede concederme su Gracia ni su Misericordia por la manera vil que he blasfemado contra Él.

26. Ahora he terminado y espero en toda humildad el juicio bien merecido, emitido por la sabiduría divina y justa de Farak.

27. De vuestra compasión depende si en mi huida puedo llevar a mi mujer y a mis niños, siguiendo las huellas de Caín. ¡De modo que se cumpla en mí la voluntad de Farak!».

Capítulo 28 Vista móvil Aviso legal