Help

jakob-lorber.cc

Capítulo 3 El Gobierno de Dios, Libro 1

15. Y diles con toda claridad: Mi Amor los está esperando. Y no cerraré mis brazos ya abiertos antes de que los pueda estrechar a todos contra mi pecho. Entonces verán a su Padre santo cara a cara y sus delicias no tendrán fin. ¡Amén!

16. A todos que me buscan, diles que siempre estoy en casa, que nunca salgo y que para encontrarme no he determinado un horario de atención como los reyes y los grandes del mundo. No sólo los domingos y días festivos, sino en cada momento un corazón amoroso es bienvenido... Incluso por la noche nunca he echado el cerrojo. De modo que en cualquier momento que llaméis, responderé: ¡Adelante!...

17. Les puedes decir francamente si alguna vez te he obligado a cierta hora a que hagas algo... ¿No dependía siempre de tu propia voluntad cuando te dirigiste a Mí para preguntarme algo? ¿Acaso alguna vez no te he respondido? Me preguntaste desde el infierno y te respondí, y también cuando me hablaste desde la Tierra te respondí. Y también en los Cielos hablé contigo. Día y noche mi oído te oye. Lo que aquí estás escribiendo, lo escribes conforme a tu tiempo y disposición; a Mí todo me va bien mientras tú quieras y cuando quieras. Por esto diles claramente: A Mí me da igual cuándo uno viene, ¡siempre será aceptado y escuchado!

18. Diles que no se burlen de Mí sino que me tomen en serio... Diles que no voy de broma... Yo tomo a todos en serio –– a grandes y pequeños, jóvenes y viejos, hombres y mujeres; ahí no existen excepciones...

19. Porque mira: A las criaturas que no sirven las destruyo inmediatamente para siempre; pero para mis hijos también tengo castigos en cantidad, y a los desobedientes los castigo hasta la última gota de su sangre... Aunque no quieran reconocerme como Padre lleno de Amor, así por lo menos les quedará claro Quién es el Amo en la casa.

20. Pero ¡ay de aquellos que interpretan mal mis castigos paternales!, ¡ay de ellos! Porque el Padre los expulsará, entregándolos a la Divinidad eternamente implacable. Esto te lo digo a ti, siervo malo y perezoso... Amén. Yo, Jehová. Amén.

Capítulo 3 Vista móvil Aviso legal