9. Ahora tenemos cien granos. ¡A ver, si también los ponemos en la tierra! De estos ya se hacen cien espigas, cada una con cien granos, de modo que todos juntos tendremos diez mil granos. Y ved, espiritualmente estos diez mil granos, los cien tallos y las espigas también ya deben haber sido presentes en aquel grano único - igual que este mismo grano único ya debe haber sido incluido en aquel grano que de la Mano de Dios como primer grano cayó en un surco fértil de esta Tierra, porque de lo contrario no habría sido imaginable una reproducción... He aquí otra prueba que también en tal grano están presentes la infinidad y la eternidad.
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