Help

jakob-lorber.cc

Capítulo 1 El Sol Espiritual, Libro 1

Otro ejemplo. Fijaos en una pequeña barra de un metal noble. Si la observáis en su estado bruto, os parecerá oscura y basta. Pero si la alisáis y luego la pulís, tendrá un aspecto totalmente distinto, a pesar de que se trata de la misma barra. ¿Cuál puede ser la causa de su embellecimiento? No hay nada más simple. Al pulir la barra, las partículas que se encontraban en su superficie han quedado más juntas y unidas, todas con la misma orientación. Su aspecto se ha vuelto más definido y concreto, mientras que en su estado bruto anterior, estaban todavía desunidas, como si hubiera oposición entre ellas debido a que cada partícula hubiera crecido individualmente con los rayos alimenticios del Sol, consumidos según su avidez y sin dejar nada a su vecina. En estado pulido, un estado que se puede llamar purificado, estas partículas se unen entre sí. Mediante esta unión, los rayos de luz que les llegan se vuelven un bien común para ellas pues ninguna de las partículas individuales quiere ya quedarse con los rayos para sí misma, sino que concede a sus más próximas hasta la mínima parte de ellos. ¿Cuál puede ser el resultado? Todas las partículas tienen luz en superabundancia, mucha más de la que son capaces de consumir, con el resultado de que toda la superficie del oro pulido refleja el gran caudal de los rayos solares con un brillo magnífico y armónico. – El Sol Espiritual, Libro 1, Capítulo 1, Párrafo 16

Capítulo 1 Vista móvil Aviso legal